La hipótesis de partida era clara: Centro de Peluquería y estética 100% orgánica.
En el proceso descubrimos la sorprendente a la par que sobrecogedora cantidad de químicos y productos agresivos que se emplean en este sector.

La marca, sus espacios y su comunicación debían ser fieles a ese espíritu: buscar siempre el cariño, el mimo, el cuidado, al igual que ellas hacen con la belleza de las personas.